Tal vez no sea el sistema operativo más popular entre el gran público, pero los amantes de la informática siempre tienen un sitio especial de su corazón (y de su equipo) para Linux, un sistema de código abierto sobre el que se han desarrollado multitud de aplicaciones electrónicas, no solo para PC, sino también para otras máquinas. Desde hace unos años, la Fundación Linux ha trabajado a través del proyecto Automotive Grade Linux para el desarrollo de un sistema operativo especialmente pensado para los automóviles, para así conectarlos con la red y hacerlos más seguros y completos.
El proyecto se está llevando a cabo con la ayuda de numerosas firmas y empresas del sector de la automoción y la electrónica. De esta manera, AGL (Automotive Grade Linux) se ha fortalecido desde su nacimiento y hoy en día ya está demostrando que puede ser totalmente viable, aunque todavía está en formato de pruebas en algunos vehículos. No son pocos los que al verlo han asegurado que el coche del futuro llevará Linux en su interior, y lo cierto es que las ventajas de esta plataforma son enormes, empezando por el propio hecho de ser un sistema totalmente abierto donde cada cual puede presentar sus proyectos y aplicaciones, haciendo de su éxito algo comunitario.
140 marcas asociadas en la Unified Code Base, UCB
Hace unos años, tras ser presentado el proyecto AGL, Linux lo amplió gracias a la plataforma Unified Code Base (UCB), en la cual han participado más de un centenar de empresas como Nissan, Toyota, NVidia o Texas Instruments. Se buscaba con esta nueva plataforma mejorar los componentes de software del sistema anterior para hacerlo más completo, y así dotar a los vehículos de una mayor seguridad. Hay mucho por delante, y como cualquier sistema operativo, éste también necesita constantes actualizaciones, pero está claro que UCB logró hace ya un par de años demostrar el potencial tan enorme que este proyecto poseía, llevando a los coches que implementaron AGL a un nuevo nivel en su conectividad.
Cada marca debe desarrollar el 30% restante del software
Como ocurre con otros sistemas de código abierto, Linux ha preparado casi por completo su plataforma de AGL para que sea implementada en cualquier aparato telemático, incluidos los ordenadores de a bordo de los coches. Sin embargo, cada marca que lo aplique tendrá que “terminar el trabajo” para adaptarlo a su máquina, a su sistema y a su hardware. Esto hace que cada equipo tenga que encargarse de desarrollar un tercio del software para personalizarlo y conseguir que su asimilación por parte de sus máquinas sea perfecta. De ello dependerá, en gran medida, la eficiencia de este sistema en cada vehículo. Al ser un sistema de código abierto, es imposible adaptarse perfectamente a cada máquina o a cada ordenador, pero Linux ofrece con esta plataforma una base perfecta.
Los Fórmula 1 también incorporan Linux
Los bólidos de Fórmula 1 también están empezando a incorporar sistemas de ingeniería y control basados en Linux, algo que por otra parte es natural al ser una plataforma de libre acceso y perfectamente personalizable por parte de buenos desarrolladores. La importancia de la telemática en estas competiciones del más alto nivel es absoluta, y por eso cada equipo desarrolla su propio sistema de control, adaptado a las necesidades de sus vehículos y sus ingenieros, no solo para captar datos, sino también para facilitar la labor al propio piloto. No es de extrañar que Linux se haya colado ya en los circuitos de Fórmula 1, porque desde hace tiempo los principales simuladores ultrarealistas que los pilotos utilizan para preparar las carreras ya tenían base Linux.
Volvo, utiliza el sistema operativo además para ofrecer entretenimiento
La firma sueca Volvo es una de las que ha logrado llevar un paso más allá esta idea del AGL, incorporando desde hace tiempo Linux a su ordenador de a bordo a través un sistema llamado Sensus Control. Con este sistema podremos controlar todo tipo de acciones en nuestro vehículo, que además estará completamente conectado a la red tanto para revisar la ubicación a través de GPS y controlar el estado de la carretera como para el puro y duro entretenimiento. Desde poner nuestra música favorita en Spotify hasta controlar los correos electrónicos que nos van llegando, siendo leídos por el sistema si son muy importantes. Es un avance que permite que uno vaya completamente conectado cuando viaja en su coche, lo que aporta seguridad y control a unos niveles nunca vistos hasta ahora.