Hay figuras que han cambiado por completo el mundo, pero son desconocidas porque suelen estar a la sombra de otros que han logrado más fama que ellos. Si hablamos de informática, los nombres que se nos vienen primero a la cabeza son los de Bill Gates y Steve Jobs. Tal vez también el de Steve Wozniack, compañero del genio de Apple, o el de Paul Allen, la mano derecha de Gates en Microsoft. Son personas que han logrado una fama merecidísima, y también una enorme fortuna, como punta de lanza de la nueva era de las telecomunicaciones y la tecnología. Sin embargo, no fueron los únicos, y otras figuras, tal vez igual de brillantes e incluso de importantes en el desarrollo de todo este sector, han quedado ensombrecidas por estas arrolladoras personalidad. Y no ha sido precisamente por falta de personalidad, sino más bien, por no saber o no querer encajar en el sistema.
Richard Stallman, coetáneo a estos genios informáticos, es una de las mentes más avanzadas y brillantes dentro del campo de la tecnología. Licenciado magna cum laude en la prestigiosa universidad de Harvard y colaborador del MIT desde sus primeros años en la universidad, Stallman iba camino de convertirse en una estrella. Sin embargo, su forma de ser, mucho más cerrada que la de otros informáticos, y su visión sobre el software libre, le llevaron por un camino muy distinto al de Gates o Jobs. Él no buscaba ser un multimillonario, sino alguien que pudiera ofrecer a los usuarios los programas que se merecían, de la forma más libre posible. Así es como fundó la FSLG, justo al crear el sistema operativo Linux, que hoy en día es uno de los más utilizados en el mundo como alternativa a Mac y Windows. La vida de Stallman no ha estado exenta de grandes sobresaltos, y sus polémicas también han llegado a ensombrecer parte de su historia como programador. En este artículo queremos realizar una visión profunda de la figura de Stallman, para comprobar si las acusaciones que se han vertido sobre él en los últimos años son reales o solo una forma de apartarle de su camino.
Quien es Richard Stallman
Nacido en Manhattan en 1953, Stallman desarrolló una temprana curiosidad por los ordenadores y por los problemas. Su educación no estuvo exenta de sobresaltos, puesto que fue expulsado en numerosas ocasiones de distintos colegios por ser rebelde y contestar a sus profesores. Se aburría en clase, y prefería estar trasteando con todo tipo de máquinas y ordenadores que cayesen en sus manos. Todo cambió cuando fue incluido en un programa especial para futuros informáticos, en su último de instituto. Allí entró en contacto con IBM, y se entusiasmó por las posibilidades que aquello le ofrecía. Al año siguiente entró en Harvard y se convirtió en uno de los estudiantes más avanzados del programa de matemáticas más prestigioso del mundo, el Math55. Colaboraría con el MIT desde su primer año de carrera en la preparación y programación de programas y sistemas que le harían destacar desde el principio.
Su fama y apoyo al software libre
Stallman era un estudiante brillante y todas las empresas informáticas se pelearon por contratarle cuando terminó la universidad con los máximos honores. Sin embargo, él quiso seguir su propio camino y desarrollar software que estuviera al alcance de todos los usuarios, al contrario de lo que buscaban las empresas. Creo el sistema GNU/Linux, que se convertiría en una alternativa muy importante ante el oligopolio de Windows y Mac. También desarrolló un gran activismo para la creación y liberación de software libre a través de la FSL, la Fundación del Software Libre. Sus esfuerzos le hicieron merecedor de un gran apego y apoyo por parte de muchos usuarios, pero también se convirtió en un enemigo acérrimo de las grandes empresas que tanto le habían deseado hasta ese momento.
En los años 80, su carrera se entregó por completo al Manifiesto GNU, a través del cual postulaba el marco legal, ético y laboral en el que deberían desarrollarse los programas de software libre. Fue la punta de lanza de un movimiento que en aquellos tiempos parecía minúsculo, pero que hoy en día se considera indispensable. En los años 90 también se convirtió en uno de los defensores acérrimos de la privacidad y los derechos individuales frente al reto que suponía Internet, una red interconectada donde todos podían tener acceso a nuestra información. Su figura siempre ha sido muy valorada entre los expertos informáticos, pero es cierto que sus habituales salidas de tono le han hecho perder enteros frente a la opinión pública.
A favor de la prostitución y con polémicas ideas
Frente a la aséptica forma en la que Gates o Jobs hablaban sobre temas más allá de la informática, a veces sin entrar en jardines, Stallman se metía en ellos de lleno. El neoyorkino siempre tuvo una visión mu8y clara de todo tipo de asuntos, y al no tener que estar dentro de una gran empresa que pudiera echarle, no tenía cortapisas a la hora de hablar. Desde siempre tuvo ideas polémicas, aunque ha sido en la última década cuando estas declaraciones se han hecho más rotundas, y han llamado más la atención. En su página web personal, por ejemplo, encontramos numerosos artículos a favor de la prostitución, considerándola como un trabajo más y reconociendo haber utilizado los servicios de amantes profesionales en alguna ocasión.
Tal vez en base a aquellos escritos, Stallman fue tachado de demasiado permisivo con la trama sobre Epstein y la prostitución de jóvenes, incluso siendo menores de edad. El escándalo, que ha salpicado a cerca de un millar de grandes celebridades, desde músicos a presidentes, provocó el suicidio del propio Epstein mientras estaba a la espera del juicio. Stallman entró de lleno en la polémica al defender a un colega suyo del MIT, aludiendo a que las chicas sabían perfectamente lo que hacían al cobrar por dinero. Aquellas declaraciones se sacaron de contexto y la bola de nieve se llevó por delante al informático. Muchos le acusaron de defender a Epstein y de estar a favor no solo de la prostitución, sino también del sexo con menores, algo que él negó en repetidas ocasiones.
Su salida de la FSLG
La situación llegó a un punto insostenible cuando se llevó a cabo una campaña en Internet para conseguir que Stallman dejara de ser profesor titular del MIT. Le acusaban de estar a favor de un pedófilo y de ser poco claro en su defensa de las mujeres. Declaraciones poco afortunadas o directamente machistas salieron a la luz y acorralaron a Stallman, que terminó cediendo a la presión. Abandonó no solo su puesto en el MIT, sino también como cabeza visible de la Fundación por el Software Libre, que había comenzado en los años 80. Su situación actual sigue siendo incierta, despojado de su trabajo en una caza de brujas que parece haber ido demasiado lejos.