Aunque la mayoría de ordenadores personales siguen utilizando un sistema operativo Windows o, como mucho, el sistema Mac de Apple, que son los dos más populares y reconocidos a gran escala, cada vez hay más usuarios que han decidido salirse de lo mainstream y probar suerte con sistemas alternativos en base Linux, como Ubuntu, por ejemplo. Este tipo de sistemas son muy diferentes, ya que para empezar, utilizan normalmente software libre de derechos, creado por la propia comunidad y gratuito, en muchas ocasiones. Es una alternativa muy económica para no tener que gastarnos el dinero en la licencia del sistema y en el precio de los programas de ofimática, edición de vídeo, audio o imagen. Claro que estos programas no son tan potentes como los de pago.
Esto tampoco ha evitado que poco a poco, los usuarios de Linux sigan creciendo como comunidad y se hayan empleado a fondo en ofrecer a los demás buenas alternativas para su propio sistema, haciéndolo no solo más fuerte y seguro, sino también más elegante, más espectacular. Tenemos, por ejemplo, las extensiones que utiliza GNOME, una de las interfaces más populares para este sistema operativo gratuito, y que se puede personalizar con el trabajo que hagamos por nuestra cuenta a través de pequeños añadidos que cambiarán por completo la interactividad del usuario con el sistema. Hoy vamos a estudiar a fondo una de las más novedosas, Material Shell, que ha aparecido recientemente y que ha generado una gran polémica entre los usuarios de Linux, ya que cambia por completo la interfaz de GNOME Shell, según algunos para mejor, pero según otros, entorpeciendo la experiencia del usuario.
Qué es Material Shell
Material Shell es una extensión creada por la comunidad para la interfaz de usuario GNOME Shell, la tercera versión de esta interfaz para sistemas Linux, que nos permite manejar con más sencillez las ventanas de programas y utilizar el escritorio de una manera más eficiente y sencilla. Lo que busca Material Shell es ahondar en esa forma intuitiva de ofrecer al usuario todo lo que necesita en apenas unos clicks, haciendo también especial uso de los comandos para abrir, cerrar, minimizar o desplazar ventanas de una manera sencilla. Lo que más ha llamado la atención de esta extensión es el lavado de cara que le da a la interfaz, convirtiéndola en una especie de mosaico donde las aplicaciones y ventanas se irán añadiendo y conectando como un puzle.
Lo que nos ofrece esta extensión
La principal función de Material Shell es ordenar de una manera distinta, más vistosa y eficiente, todo el contenido que encontramos en lo que nosotros conocemos como el “escritorio” de Linux, es decir, la pantalla principal. Desde esa pantalla podemos organizar los iconos de los programas y aplicaciones, pero también abrir sus ventanas y colocarlas a nuestro gusto. En la parte derecha encontraremos muchas más opciones del sistema, en una elegante pestaña que deja libre toda la parte inferior, algo que llama mucho la atención. Finalmente, al permitir Linux varias etiquetas de escritorio simultáneas, en la parte superior encontraremos la opción de cambiar entre la interfaz por defecto de GNOME Shell o la nueva que nos propone Material Shell, que para muchos es más elegante, vistosa e intuitiva.
Nuevo modelo espacial
Es el principal cambio que ofrece esta extensión, este añadido a la base de la interfaz de Linux, creando un escritorio y unas ventanas mucho más espectaculares, y cambiando por completo con el modelo espacial que imperaba en el sistema hasta ahora. El espacio se aprovecha mejor, de una manera más eficiente pero también elegante, gracias a ceñirse a las líneas del estilo Material, que ya hemos visto en otros sistemas operativos e interfaces. El cambio más importante tiene que ver con la creación de “baldosas” o azulejos, huecos en los que podemos ir colocando, a nuestro antojo, las aplicaciones para ordenarlas de una manera más eficiente, de forma individual o en grupos, algo que nos recordará muchísimo a la interfaz de nuestro teléfono móvil. Lo mismo ocurre con los switches entre diferentes aplicaciones e incluso interfaces gráficas, que podemos encontrar en la parte superior, y que siempre nos permiten cambiar rápidamente el estilo del sistema.
Interfaz gráfica nueva y mejorada
La interfaz gráfica que nos ofrece Material Shell se basa, por supuesto, en GNOME Shell, la tercera versión de GNOME, una de las interfaces más reconocidas y populares entre los usuarios de Linux. Al permitir este tipo de cambios, GNOME se ha abierto a nuevas alternativas, extensiones como Material Shell que pueden cambiar por completo la interfaz hasta hacerla prácticamente irreconocible. Se han mejorado ciertos aspectos de GNOME Shell, como el estilo de los gráficos y los efectos de animación en las aplicaciones, además de potenciarse por encima de todo ese aspecto limpio y elegante, sin recargar, que ha hecho que esta extensión se haga muy popular entre los usuarios, a pesar de que todavía estaba en su fase beta y contaba con algunos errores que seguramente se puedan subsanar próximamente.
Motor de gestión de ventanas
Otra de las grandes ventajas que ofrece Material Shell es un motor de gestión de ventanas mucho más apropiado, eficiente e intuitivo, ya que cuenta con varias ventanas a la vez que pueden cambiarse con un sencillo atajo de teclado, o también con el propio ratón, entrando en ellas como si cambiásemos de una a otra pestaña en un navegador tipo Chrome. Así tenemos todo muy a mano y podremos ir trabajando de una manera más fluida, sin perder un ápice de la elegancia en la interfaz. Esta extensión quiero ofrece una alternativa al usuario para que no tenga que marearse buscando cómo abrir esa ventana que pensaba que ya estaba en segundo plano, mejorando el sistema de minimización y cierre para no colapsar la potencia del sistema.